PNL y la Creencia “Asumir la Responsabilidad”

Hoy analizamos otra creencia de éxito estudiada en la PNL o Programación Neurolingüística : “asumir la responsabilidad pase lo que pase”. Si incorporas esta creencia de excelencia, podrás actuar y obtener resultados muy buenos.

En efecto, desde la PNL se estudia cómo modelar-copiar a personas de excelencia para poder reproducir resultados similares. Y eso incluye analizar e incorporar sus sistemas de creencias, en qué se apoyan puntualmente esos modelos para hacer lo que hacen y producir los resultados que producen.

Como decía, este es otro atributo de los grandes líderes y triunfadores: actúan a partir de la creencia de que son ellos quienes mueven su mundo. Una y otra vez se les oye decir: «Yo soy el responsable. Esto es cosa mía. Asumo mi responsabilidad».

Tal coincidencia de criterios no es casual. Las personas que obtienen grandes resultados, tienden a creer que, no importa lo que haya ocurrido, bueno o malo, ellos lo crearon. Si no lo hicieron por medio de una acción física, entonces fue tal vez por influencia del nivel y tenor de sus pensamientos.

A propósito, el hecho de que nuestros pensamientos crean nuestra realidad es una creencia muy útil impulsada por la PNL, sobre la que apoyarnos. Creo que somos nosotros quienes generamos nuestras experiencias en la vida (bien sea por la acción o con el pensamiento), y que podemos aprender de todas ellas.

Si no estás convencido de ser el creador de tu mundo, sea a través de tus buenos o malos resultados, entonces es probable que te halles a merced de las circunstancias.

De ser así, como una hoja al viento, serías una víctima de las cosas que pasan; el objeto, y no el sujeto. Es como admitir que no puedes tener el control de nada de lo que sucede en tu vida.

Por eso la creencia: “soy el responsable de mi vida”, esto es, asumir la responsabilidad es en mi opinión, una de las medidas que mejor definen el poder y la madurez de una personalidad.

Es también un ejemplo de cómo las creencias sustentan otras creencias, de la capacidad «sinérgica» de un sistema de creencias coherente.

Si no crees en el fracaso y si en corregir los resultados obtenidos, afirmándote en que eres el autor de todo desenlace al asumir la responsabilidad, no tienes nada que perder y sí mucho que ganar.

El que domina la situación tiene asegurado el éxito. Los que asumen la responsabilidad ejercen el poder; los que la eluden son desposeídos.

Este mismo principio de la responsabilidad rige a un nivel personal. Muchos de nosotros hemos pasado por la experiencia de tratar de expresar una emoción positiva hacia otra persona, como manifestarle nuestro amor o decirle que comprendemos su problema, y nuestro interlocutor, en vez de recibir y aceptar ese mensaje positivo, lo ha interpretado de manera negativa, produciéndose entonces una reacción de enojo u hostilidad.

A menudo, nosotros tendemos entonces a enojarnos también, a echarles la culpa y decir que allá ellos, atribuyéndoles la responsabilidad de cualquier daño o efecto negativo que pueda ocurrir. Es la salida más fácil, pero no siempre la más acertada. Es posible que nuestra comunicación haya sido el factor  desencadenante.

Todavía puedes conseguir que tu comunicación produzca el resultado deseado si no pierdes de vista ese desenlace, es decir, el comportamiento que deseabas crear.

Como hemos visto en otros informes de PNL, en la comunicación con los demás puedes cambiar tu propia conducta, tu tono de voz, tus expresiones faciales y muchas otras cosas más.

Un recurso muy útil es tener siempre presente que el sentido de la comunicación es la reacción que uno obtiene. Al cambiar tus acciones podrás cambiar tu comunicación. Al retener y asumir la responsabilidad de ella, puedes retener el poder de cambiar los resultados que vas obteniendo.

Y observa que volvemos con la creencia de “asumir la responsabilidad”. Es una creencia clave y muy poderosa estudiada en la programación neurolingüística, tomada de personas de éxito y en la que puedes apoyarte para comunicarte mejor con los demás, contigo mismo, y  en general para vivir con mayor determinación y calidad.

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